sábado, 17 de septiembre de 2016

Por un si

Estaba iniciando bachillerato cuando me enteré que el cura párroco de la U. Nacional de Colombia, había resuelto irse al monte para luchar por una ideas que de acuerdo a su Teología religiosa no se aplicaban en nuestro país, luego al transcurrir de los años se observa muchos compatriotas que a cambio de nada económico lideraban luchas estudiantiles o gremiales y muchos de ellos terminaron abatidos por los defensores de quienes nunca quisieron que sus intereses fueran sometidos a discusión, procesos u otros alternativas diferentes a crear capital para seguir dominando a sus semejantes. Aún recuerdo aquella noche que mi padre estaba muy triste porque perdía su gran candidato conservador y aún muy joven, no con mucha claridad, observe que al siguiente día, mi padre nuevamente estaba feliz porque en el transcurrir de la noche sucedieron cosas que cambiaron de pronto el destino de Colombia. Muchos de los que realmente quedaron tristes porque no ganó su candidato en aquella oportunidad decidieron también irse al monte porque convencidos que por las urnas no llegarían a encontrar muchas alternativas para mejorar estados de vida. Veinte años después aquellos desertores de la vida normal, que habían decidido irse a buscar por otros caminos una solución a la desigualdad, regresaron y con el apoyo popular llegaron en número  superior a los partidos tradicionales a la conformación de la Constituyente del 91. Recuerdo aquellos gritos de muchos dirigentes de la época y titulares de muchos periódicos donde hablaban del atraso de nuestro país al tener en la mesa de discusión del cambio de la patria, de la renovación de las leyes a exguerrilleros. Años después hemos observado muchos cambios positivos a los derechos del ciudadano colombiano, antes los gobiernos apoyados en  las fuerzas armadas eran la única respuesta a los gritos de protesta que se escuchaban, la tutela fue un nuevo instrumento que creo ha sido un elemento ahora fundamental para la defensa de los derechos. Ahora con elecciones populares, es un gran ejercicio leer todas las promesas de los candidatos, siempre encuentran la satisfacción del ciudadano que en su escrito elegante prometen entregarle la solución que años atrás han buscado y nunca ha llegado.
He leído con detenimiento los seis puntos, anexos y protocolos que componen el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, igualmente hay innumerables aspectos que siempre como muchos compatriotas hemos soñado para nuestros hijos, hermanos y en general para las generaciones futuras. Y no continuar heredando armas, violencia y  corrupción.

Prefiero creer a que es posible lograr en el proceso estos cambios y no negarme a darnos esta oportunidad   para nuestra generación que por un lado hemos visto morir a muchos dirigentes por protestar , nuestra generación de los años 50 a la fecha hemos visto demasiada violencia por un lado y por el otro; mucha corrupción, hay demasiados ex gobernantes y políticos en cárceles de Colombia y en el exterior; han sido  innumerables entidades del estado  que han sido asaltados por ladrones de cuello blanco; hay innumerables obras que aparecen construidas y es mentira; Obras que por ganar más $, mueren compatriotas por mal ejecutadas; hay una cadena de sucesos, similar a una  trocha larga y angosta  como la mayoría de vías en  nuestro país, con huecos e interrupciones que dejan al descubierto el desorden social, político, administrativo que vive nuestro país. Entonces porque no darnos ahora la oportunidad e igualmente creer que en esta ocasión si se darán las cosas, por mal que nos vaya no será peor a como hemos vivido.

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